la saliva de la salvia de la sabila sabia

quemaduras madurando los trazos pintureros de los punteros alzados
En el castillo del sultan el viento sale volando al ateneo de atenea
el libro pasa las paginas a voluntad sin necesidad de manos
columpiandonos en la evocacion provocadora
puntas de lenguas hacia las arenas movedizas de barro
arcilla en mi uña sangre vital en tu joya
amanecen en el tejado cuarteto de salvados
doblando las estelas que sucumben al airecillo
las libelulas se reconectan y brotan los destellos luminicos en las piedras sobre la guarida atomica