ZINGAREA

BLOG PARA PARAR EL MUNDO Y REINVENTAR EL SENTIDO DEL VIVIR. DEL BUEN VIVIR

jueves, 29 de octubre de 2009

KRESALA

la ira preñada de duda pare
con ayuda del agua y la sal
prepotentes preposiciones
sentada sobre postpuestas proposiciones
ataviada de propuestas a base de bien
petulante penetracion en la carne asesina a sangre fria los contornos de su pelo en mi cama
el olor llorando la cal
y
la viva imagen del metal en la arena
atracan en el paradisiaco porche...
... donde la buganvilla auspicia el triangulo de Rosa
emanaciones a traves de los huecos de luces

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo en la grata mansedumbre de una manzana.
Y si de creer se trata, yo creo
en el día de Dios repartido en el cosmos
como un abanico que se abre
y cuyos rayos son caminos, tumultuosos caminos
por los
cuales se despeña el hombre.
Creo en la santísima voluntad de estar
vivo donde estoy, bajo el fatalismo
de haber nacido una vez y dirigirme
hacia la muerte, sitio irreal, inconcebible,
donde es imposible permanecer.
Creo en la soledad del dulce sueño erótico
en la casa rodeada por el sueño y la soledad
en cuyo interior converso con el aire.
Creo en la virgen del retrato, en la madona
rodeada por la fuente, en la estatua
que eres tú, cuerpo del día, en el que creo
con todas las fuerzas de mi

Anónimo dijo...

STICK

El deseo de cambiar a otros, tanto como el deseo de cambiarse a si mismo, viene fundamentalmente de la intolerancia, y por eso viene torcido desde su raíz.
Pero la triste realidad es que nos estamos quejando constantemente por dentro, y con excesiva frecuencia también por fuera de la conducta de todos los demás, y esa intolerancia destruye la armonía del grupo.
Una vez que acepto alegremente el hecho de que soy un burro, ya no me sorprenden ni me apenan los errores y estupideces que sigo cometiendo a pesar de tantos años de formación y tantos y tan nobles esfuerzos. A fin de cuentas, soy un burro; y si hago burradas, eso es precisamente lo que me corresponde. Que no se asombre nadie, y menos yo mismo. Y de la misma manera, todas las personas que tienen el honor de rodearme y vivir conmigo, son también burros, y, en consecuencia, todos se comportan como los burros que son y seguirán siendo, y tienen perfecto derecho a hacerlo así. Esa es la actitud perfecta para conseguir la paz del alma consigo mismo y con los demás. La aceptación plena de mi mismo y de todos los demás acaba con todas las tensiones y siembra la paz y la felicidad.

La contraseña es: “DEJATE QUERER”.

Si no siento el amor de mi hermano-hermana, padre-madre, hijo-hija a quien veo;
¿Cómo podré sentir el amor del Gran Arquitecto a quien no veo?

En realidad, nunca amamos a la persona, sino a la imagen de la persona que nosotros mismos nos hemos formado en la mente.......
Pero he llegado a intuir que, por cada hijo de la luz hay como dos o tres adeptos a la oscuridad y que esa lucha ha estado desde que el ser humano tomó conciencia de si mismo.
Por eso sigo dando fé con mi comportamiento de burro, de que la luz, triunfará sobre los fanáticos, los intolerantes y los soberbios.....